Como sombras y así vomito caras
un deleite es llamar entre ecos a un demonio...
cuatro días se perdieron
uno en el norte y dos en el oeste
el último creo anda debajo de mi cama.
Vasos se llenan y se colocan con fuego en ofrenda,
denme un trago con cucarachas y llamas para poder demostrar que las voces son cuevas donde las lagartijas deboran insectos salidos de la estupidez.
Ya hablé demasiado y sé que no han entendido nada
no es culpa de nadie
talvez mía
o quizás suya... que más dá... las nubes pronto dejarán de caer.
1911071106
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